Amanecí sin fuerzas y en angustia, hace semanas viví una crisis de nostalgia y temor pensando en las responsabilidades de mi vida, estaba lejos de mi supuesto centro de seguridad, pero me bastó recordar que no soy yo, sino aquel por quien doblo las rodillas y aunque los fantasmas asechan, saben muy bien que en mi vida no tienen cabida por que hábito bajo la sombra de sus alas. Todo esto sucede cuando me arrodillo, Él me lleva y me regresa en microsegundos y al abrir los ojos tengo pintada una sonrisa que sólo el jefe me pudo poner en el rostro.
Me levante y de nuevo mire al futuro como se le mira a una presa que no tiene escapatoria. Puse mi objetivo y propósito de vida frente a un dilema gigante, frente a una batalla y un conflicto de gran riesgo, y mi pasión no tambaleó, no dude ya que la duda ante la convicción no tambalea.
Como el águila no quita su mirada de la presa, tu no quitarás la mirada de tu meta. ¡VAMOS QUERIDOS! Que no es tiempo de tenerle miedo a la vida, sino que la vida nos tema a nosotros.
¡Levántante porque con eso te basta!
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