Una llamarada solar lanzada la noche del martes provocó este miércoles una de las mayores tormentas solares en cinco años, que cuando alcancen la Tierra pueden causar interferencias en las comunicaciones satelitales y la navegación aérea.
«El clima espacial se ha vuelto muy interesante en las últimas 24 horas», dijo Joseph Kunches, científico del Centro del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
La erupción solar se registró a las 04:00 GMT del miércoles, y sus efectos podrían sentirse en la Tierra desde alrededor de las 10:00 GMT del jueves, por un lapso de unas 24 horas.
Varias sondas espaciales de la NASA, informa Notimex, captaron en video la llamarada solar, conforme se elevaba desde la superficie solar hacia el espacio.
La erupción provocó una nube de partículas que se desplazan a través del espacio, y que al llegar a la Tierra pueden alterar las comunicaciones.
«Cuando llega el choque de la tormenta, la expectativa es de una mayor actividad geomagnética y el potencial de una radiación solar elevada», dijo Kunches.
El aumento en la actividad geomagnética y en la radiación solar pueden tener efectos sobre las comunicaciones satelitales, la navegación aérea y marítima que utiliza sistemas de localización GPS de alta precisión, así como en la generación de energía eléctrica.
«Existe la posibilidad de que haya corrientes inducidas en las redes de energía», explicó Kunches. «Los operadores de las redes eléctricas han sido alertados», indicó.
Los aviones que vuelan sobre los casquetes polares también podrían experimentar problemas de comunicación durante el fenómeno, por lo que algunas líneas comerciales han tomado medidas de precaución, dijo.
Las tormentas solares también pueden ser peligrosas para los astronautas en el espacio, por lo cual la NOAA está coordinándose con el Centro Espacial Johnson en Houston para determinar si los seis residentes de la Estación Espacial Internacional requerirán refugiarse en las zonas más protegidas del laboratorio orbital.
La tormenta solar podría además estimular la formación de auroras, también conocidas como luces del norte y del sur, para los observadores del cielo en las latitudes altas del planeta.
This post was last modified on 2013-12-29
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