La compañía del actor Robert de Niro, Canal Productions, demandó a una extrabajadora de la empresa por seis millones de dólares. La razón: se le acusa de malversación de dinero y, además, de hacer maratones de series de Netflix en horario laboral.
Según la demanda, consignó Variety, Chase Robinson, quien dejó la compañía de préstamos en abril, fue contratada como asistente de De Niro en 2008 y más adelante fue promovida a vicepresidenta de producción y finanzas.
La empresa acusa a Robinson de pasar «cantidades astronómicas de tiempo» mirando Netflix mientras estaba en el trabajo. De hecho, sostienen que, en enero, durante cuatro días vio 55 episodios de Friends. Luego, indican, en marzo pasó cuatro días más viendo 20 capítulos de Arrested Development y 10 de Schitt’s Creek.
«Mirar programas en Netflix no era de ninguna manera parte o estaba relacionado con los deberes y responsabilidades del empleo de Robinson y, por información y creencias, se hacía para su entretenimiento personal, diversión y placer en momentos en que le pagaban por trabajar», señala la demanda.
Además, alegan que Robinson gastó altas sumas de dinero en cargos no autorizados en restoranes, Uber y taxis.
Por su parte, en el correo electrónico de renuncia que envió en abril, la mujer negó las acusaciones y las tildó de «ridículas».