Sean Connery, que alcanzó la fama en los 60 con su interpretación del agente británico James Bond y dominó la gran pantalla por 40 años como una de las mayores estrellas internacionales, falleció a los 90 años, informaron la BBC y Sky News este sábado.
Connery se crió en los suburbios de Edimburgo y trabajó como pulidor de ataúdes, lechero y socorrista antes que su afición por el culturismo le ayudara a lanzar su carrera cinematográfica, hasta convertirse en una de las últimas grandes leyendas de la actuación.
Connery, retirado desde hace años, deja tras de sí un gran legado de películas como Robin y Marian (Richard Lester, 1976), Los Intocables de Elliot Ness (Brian De Palma, 1987) o sus grandes colaboraciones con el director Sidney Lumet, como La Ofensa (1973).
Sin embargo, el legendario actor escocés será recordado sobre todo por su papel como el Agente 007, el personaje creado por el novelista Ian Fleming e inmortalizado por Connery, al que le imprimió su inconfundible personalidad en una serie de películas que comenzaron con Dr. No, en 1962.
El estilo caballeroso y el irónico sentido del humor de Bond al combatir a extrovertidos villanos y flirtear con bellas mujeres ocultaba un perfil más oscuro y violento, una profunda personalidad que Connery supo moldear y que se convirtió en el estándar para los actores que le siguieron en la saga.
En los filmes se presentaba con el tradicional “Bond, James Bond”, pero a Connery no le gustaba ser definido por el papel y dijo una vez que “odiaba al maldito James Bond”.
Alto y guapo, con una voz gutural que acompañaba bien a una personalidad a veces malhumorada, Connery interpretó a muchos personajes destacados además de Bond y ganó un Oscar en 1988 por el papel de un duro policía de Chicago en Los Intocables (1987).
En 1989, a los 59 años, la revista People lo declaró “el hombre vivo más sexy”.
Connery era un firme defensor de la independencia de Escocia y se tatuó en un brazo “Escocia por siempre” cuando sirvió en la Marina Real.
A los 69 años, en el 2000, recibió el título de “sir” por parte de la Reina Isabel en el castillo Holyrood de Edimburgo. En la ceremonia, vistió un traje escocés completo, incluido el kilt verde y negro del clan de su madre, los MacLeod.
En su larga trayectoria, participó en películas que hoy son clásicos como Marnie, de Alfred Hitchcock (1964); The Wind and the Lion (1975), con Candice Bergen; El hombre que pudo reinar (1975), de John Huston, junto a Michael Caine; El nombre de la rosa (1986), de Jean-Jacques Annaud; Indiana Jones y la última Cruzada (1989), de Steven Spielberg; la historia sobre la Guerra Fría La caza del Octubre Rojo (1990), y La Roca (1996), de Michael Bay.
Además de su Oscar al Mejor Actor Secundario por su aparición en Los Intocables, la carrera de Connery también fue reconocida con dos premios de la Academia del Cine Británico y tres Globos de Oro.
Connery se retiró de la actuación tras pelearse con el director en su última cinta, La liga extraordinaria, en 2003.
“Me cansé de lidiar con idiotas”, dijo.
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