Jennifer Lopez se separó de Marc Anthony en julio de este año, aparentemente, porque los celos de su ex marido eran tales que ya casi no le permitía hacer coreografías con hombres para sus shows o videoclips con otros.
La diva le dio una reprimenda en los American Music Awards 2011, donde triunfó como mejor artista latina, terna en la que su ex no estaba siquiera nominado.
Según The New York Post, la cantante puso un solo requisito para participar en la entrega de premios: que su show fuera más grande e importante que el de Anthony. Así fue. Mientras JLo ocupó dos escenarios repletos de bailarines y efectos especiales, su ex esposo tuvo un magro medio escenario y ninguna pompa.
Pero, además, la diva, que llevaba un vestuario ajustado que simulaba transparencias, bailó muy sugerentemente con Pitbull, meneando su trasero contra él, mientras Anthony la veía desde el público.
Para el diario estadunidense, eso fue una provocación para despertar nuevamente los celos de su ex pareja y demostrarle que nadie le puede decir cómo hacer sus presentaciones.
JLo también estuvo toda la noche acompañada de su novio, el bailarín de 24 años, Casper Smart.