El incremento de la temperatura por el inicio de la primavera provoca que los alimentos se fermenten con mayor rapidez, lo que ocasiona enfermedades gastrointestinales en las personas que los consumen.
Por ello, el sector salud en Quintana Roo exhortó a la población a adoptar ciertas medidas sanitarias por estas fechas. Y es que se estima que durante este periodo el número de casos puede aumentar hasta en un 30 por ciento.
Si bien es una cifra muy alta, hay otras localidad como Michoacán, que registran más de 33 mil casos de enfermedades gastrointestinales. De ahí la necesidad de que las personas tomen conciencia y sigan consejos básicos en su alimentación.
Según información del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave), hasta el momento se ha registrado un ligero repunte del 1.27 por ciento en el número de infecciones intestinales.
De acuerdo con el último reporte, emitido el 25 de marzo, hay en total 22 mil 362 casos en Quintana Roo, mientras que en 2018 (durante el mismo periodo), la cifra alcanza los 22 mil 81 casos.
Al respecto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indica que las enfermedades gastrointestinales son padecimientos que atacan al estómago y los intestino, y son causadas por bacterias, parásitos, virus y ciertos alimentos, como leche y grasas. No obstante, existen también algunos medicamentos que las provocan.
El sitio web REVIEWBOX recomienda la prevención como el principal factor a tener en cuenta. Además, señala que el consumo de probióticos ayuda a prevenir el síndrome del intestino irritable. “Al fortalecer el aparato digestivo a través de los probióticos, este podrá absorber mejor los nutrientes de los alimentos que se ingieren, por ello trae como resultado un sistema inmunológico fuerte y resistente”, enfatizó.
Entre los síntomas de las enfermedades gastrointestinales tenemos: la fiebre, dolor estomacal o abdominal, náuseas, diarrea, estreñimiento y fatiga. Si usted tiene alguno de estos síntomas, debe acudir inmediatamente a un médico para evitar complicaciones como la deshidratación.
La diarrea es la característica más común, causada por una infección que se origina por comer alimentos en mal estado, el consumo de agua contaminada, por intoxicación, etc. Asimismo, muchas personas son alérgicas a ciertos antibióticos. Inclusive la intolerancia a la leche y sus derivados pueden causar este síntoma.
Entre los grupos más vulnerables a estas enfermedades encontramos a niños menores de cinco años, adultos mayores, mujeres embarazadas, pacientes crónicos y personas que comen en lugares de dudosa higiene.
Las enfermedades más comunes son la gastroenteritis aguda (inflamación intestinal) y las intoxicaciones. No obstante, existen otras más que se relacionan a estas. Por ejemplo, la celiaquía, la enfermedad por reflujo gastroesofágico o la dispepsia. En tanto, entre los trastornos gastrointestinales más comunes figura el estreñimiento y el meteorismo o flatulencia.
La celiaquía o intolerancia al gluten es una enfermedad intestinal crónica, debida a la mala absorción de alimentos con gluten. Para quienes la padecen, la ingesta de alimentos que contengan harina de trigo, cebada centeno, avena o malta produce una lesión progresiva en las vellosidades intestinales.
Otra de las enfermedades es la dispepsia, que se refiere a las molestias y/o dolor localizados en la parte alta de abdomen. Son comunes las náuseas, hinchazón abdominal, acidez, digestión pesada, eructos y hasta vómitos.
En algunas oportunidades, los síntomas se presentan después de una excesiva comida o muy condimentada. Otras veces, consumir estimulantes como café, alcohol o tabaco las desencadenan. Ciertos medicamentos o antiinflamatorios también originan el problema.
Más allá del cuidado y la higiene al momento de comer, en cuanto se presentan los síntomas es necesario acudir a un centro de salud, pues si no se tratan a tiempo pueden complicarse y desarrollar úlceras o algún tipo de cáncer al estómago.
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