El bolero da identidad y Luis Miguel y lo hizo resurgir: Pável Granados

Por Claudia Pacheco Ocampo

México, 22 Ago (Notimex).- El bolero nos da identidad, si no se preserva podría perderse como tantos géneros que hubo y ya no conocemos, afirmó el investigador musical Pável Granados en ocasión de la inscripción de éste en el inventario del patrimonio cultural inmaterial de México.

Lo anterior es una propuesta del Instituto para la Preservación y el Fomento del Bolero en México que dirige Cecilia T. Margaona junto con Rodrigo de la Cadena. Para lograrlo, se tuvo que demostrar que el bolero es un elemento vivo y que portadores lo reconocen como tal comprometiéndose con su transmisión intergeneracional.

Otro de los puntos es que se trata de un género que brinda identidad a los mexicanos y el siguiente paso es llevarlo a la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), por lo que su expediente debe presentarse antes del 31 de junio de 2019 en París, Francia.

“Es una idea muy atractiva e imaginativa porque existe el antecedente de que el tango ya es patrimonio inmaterial. Le da identidad a Buenos Aires y un tanto a Montevideo. Es decir, hay una cultura porteña a su alrededor que tiene que ver no sólo con la música, sino con bailar, con la manera de ver la vida, de vivir”, expresó Pável Granados.

El bolero, indicó, da identidad, pero no solo a los mexicanos, sino a toda América Latina, Estados Unidos y España. Se inició en Cuba y llegó a México poco después de que era un género a punto de extinguirse en ese país caribeño.

“En los años 30, los cubanos prácticamente no hicieron boleros importantes, pero el género ya había llegado a México y se había creado un repertorio compuesto por Agustín Lara, Gabriel Ruiz, Gonzalo Curiel, Luis Alcaraz, entre otros. Eso dio un nuevo impulso, de tal manera que vino a México y se difundió por toda América”.

Para apoyar la inscripción, el coordinador del catálogo de música popular mexicana de la Fonoteca Nacional fue convocado, al igual que otros expertos de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), periodistas, estudiosos e intérpretes, para realizar una lista de qué es exactamente lo que se debe salvar.

La manera de interpretarlo es un aspecto a considerar, así como los discos que se han producido, los festivales, bailes y todo aquello que se pueda imaginar.

“El bolero nos da identidad porque es una educación sentimental. Es una manera de concebir la vida, el amor, las relaciones; es una historia social y la manera en que ha vivido una comunidad, varias generaciones y gente que ya tiene la manera de pensar y de sentir una historia”, destacó Granados en entrevista con Notimex.

Recordó que el bolero llegó a México durante la época del Porfiriato, mientras que en Cuba se creó en 1885, aproximadamente. Aunque el cubano Pepe Sánchez propuso el bolero «Tristezas», el primero que se tiene documentado en México es “Madrigal” (1918), a cargo del compositor yucateco Enrique Galaz Chacón, a quien apodaban “El Curro”. La letra en verso fue del periodista Carlos R. Menéndez.

El investigador de música yucateca, Luis Pérez Sabido documentó este hallazgo, tiene la partitura y existe el proyecto de hacer una grabación, pues no existe una de la época, la más reciente es de los años 60.

Aunque costó trabajo posicionar al bolero en México, de acuerdo con Armando Manzanero, el catálogo de la música mexicana es el tercero de mayor importancia en el mundo e incluye a este género. En opinión de Granados, se ha logrado gracias a autores como María Grever, Agustín Lara y José Alfredo Jiménez, por ejemplo.

“Aunque ‘Bésame mucho’ no es un bolero, se le han hecho arreglos de este tipo y se canta como tal; incluso, es la más interpretada en el mundo, lo mismo que ‘Solamente una vez’, de Agustín Lara. ‘Perfidia’ aparece en la película ‘Casablanca’ y puede ser que no siempre sepan que tienen en sus manos una canción mexicana, pero definitivamente sí se sabe que es un bolero”.

Aunque no se tiene un registro documentado de los boleros mexicanos, Pável Granados calcula que pueden ser por lo menos unos 10 mil.

“Si hacemos una cuenta rápida, te diría que Agustín Lara tiene unos 200, Luis Alcaraz 30 o 40, Gonzalo Curiel otros 50, Consuelito Velázquez unos 4 o 5 y Luis Demetrio como 50. Si vemos que hay un margen de 100 compositores dedicados al bolero, y que cada uno tenga por lo menos 100, ya tenemos unos 10 mil boleros”.

Sin embargo, no todos tienen la misma importancia histórica y en la actualidad son pocos los que se componen, por lo que el experto musical considera que podrían realizarse concursos para resurgirlo y posicionarlo de nuevo.

“En Yucatán se tiene el proyecto de hacer concursos de trova yucateca porque ésta se ha estado muriendo. Al ir para allá es difícil dar con un buen trío y escucharla. Yo creo que si se logra que el bolero sea catalogado en la UNESCO, daría lugar a que el gobierno apoye conciertos, serenatas, concursos, publicaciones, programas de radio, documentales, giras en teatro y todo relacionado con él”.

De los boleros famosos “recientes”, Pável Granados recuerda “Amor eterno”, de Juan Gabriel y «Nube viajera», de Jorge Massías, pero lo cierto es que fueron compuestos hace 30 o 40 años y ya forman parte de un repertorio clásico.

Por ello urgió a la creación de un certamen, como hace tiempo lo hizo la UNAM para tratar de promover su composición. Sin embargo, en aquel entonces, se observó que los participantes confundían la balada con el bolero, el cual se identifica por algunos elementos rítmicos y se ejecuta en compás de 4/4.

“El género no es uniforme, hay dos formas de verlo, uno es el cubano con las claves y otro el estadunidense con maracas. Hay que tener buen oído para saber qué es un bolero y es difícil por lo que un montón de musicólogos se han hecho bolas”.

Con respecto al origen de su nombre, Pável Granados asegura que existe una confusión muy grande porque en enciclopedias se dice que viene de España, desde el siglo XVII, pues hay un género que se llama igual pero nada tiene que ver, pues se ejecuta en 3/4. A la fecha, es un misterio el porqué de la palabra.

Entre sus grandes intérpretes destacó a Ana María Fernández, la primera cantante de boleros que se retiró en 1936 y que fue maestra de Toña la Negra; María Luisa Landín, a quien considera la mejor que ha dado México.

“También están Fernando Fernández, Lupita Palomera, el argentino Leo Marini, de quien muchos historiadores dicen es el mejor intérprete de bolero que ha dado en su historia. Los Panchos crearon otra manera de concebir al bolero, le devolvieron las guitarras porque durante mucho tiempo la manera de interpretar era con orquesta.

“Benny Moré fue otro personaje que vino a México, que cantó de todo, pero sus composiciones de bolero son una maravilla. Elvira Ríos es una mujer a quien le decían ‘La voz de humo’, fue famosa no solo en América Latina, sino en Estados Unidos”.

Mencionó también a Pedro Infante, quien además, interpretó el bolero con mariachi, y Javier Solís que continuó con su legado.

“Luis Miguel quizá no se deja dirigir muy bien, a lo mejor es demasiado tormentoso para un director artístico, pero el resultado fue muy bueno. Siempre se ha dicho que usufructuó el bolero, que lo usó para su beneficio, pero no es tan cierto.

“La verdad es que lo apoyó mucho. Cuando yo descubrí el bolero e iba a ver a los boleristas, mis amigos me veían feo. Decían: ‘tú estás loco, qué vas a saber de esa gente, o qué flojera tu música’, pero poco a poco se convirtió en algo de culto y en gran medida se lo debemos a Luis Miguel, él hizo que entrara. Le dio un giro, otro estilo”.

Aunque se ha perdido la manera original de interpretar al bolero, pues la balada ha ganado terreno, el también escritor resaltó que la cubana Omara Portuondo es de las pocas que aún lo respetan, lo mismo que Marco Antonio Muñiz, Carlos Cuevas, Lila Downs, Alejandro Fernández, Natalia Lafourcade y Eugenia León, aunque en la actualidad no existe alguna personalidad dedicada a él al ciento por ciento.

Las letras del bolero también son significativas. A decir de Pável Granados, es la biografía del amor, desde que nace hasta que se muere y reencarna en otro amor.

“Es desde el enamoramiento, el amor súbito, la primera mirada, la esperanza, el primer beso, el primer engaño, los celos, el asesinato por amor, el suicidio por amor, el engaño, el desengaño, el hartazgo, el despecho, una carajada de venganza y el olvido”.

En sus inicios, el bolero fue interpretado por muchas mujeres, pero lo creaban los hombres. “De tal forma que éstos les decían: ‘esto es lo que tú debes sentir’. Pero poco a poco las mujeres fueron tomando la voz y la primera gran compositora fue María Grever, después Consuelo Velázquez, María Alma y Ema Elena Valdelamar”, explicó.

Finalmente, enumeró los que considera son algunos de los boleros más representativos:

“Solamente una vez” (Agustín Lara), “Sin ti” (Pepe Guízar), “Contigo” (Claudio Estrada), “Amorcito corazón” (Manuel Esperón y Pedro de Urdimalas), “Sombras” (Javier Solís), “Mucho corazón” (Ema Elena Valdelamar), “Sabor a mí” (Álvaro Carrillo), “Para olvidarte a ti” (Guty Cárdenas), “Usted” (Gabriel Ruiz), así como “Amar y vivir” (Consuelo Velázquez).

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